La tierra para el que la trabaja. Por josé Osvaldo Zuñiga presidente de la Ranquil.

La confederación Ranquil es organización fundadora de la cloc coordinadora latinoamericana de organizaciones del campo, y parte de la vía campesina internacional, este año 2023 cumplimos como vía campesina, 30 años de vida orgánica política y social.

Somos una organización campesina e indígena con más de 200 millones de personas campesinas, indígenas, pastores y trabajadores rurales articulada en los 5 continentes.En la 8va conferencia celebrada en bogotá colombia del 01 al 09 de diciembre de este año 2023, ratificamos la lucha por las semillas, el agua, la tierra, la biodiversidad, defensa de los territorios, la paz mundial. Reafirmamos nuestro carácter anti imperialista, anti patriarcal y anti capitalista, seguimos creando y construyendo reforma agraria popular. Esta idea liberadora y solidaria tiene un fuerte sustento jurídico en la declaración de las naciones unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales, artículo n°17 derecho a la tierra.

Incendios Forestales

Consecuentes con nuestra declaración de principios, plan estratégico global y nuestra permanente reflexión sobre las catástrofe que vivimos en los territorios campesinos e indígenas, es que no podemos dejar de analizar los incendios forestales. Cuestión que abordamos en el número anterior de la revista Ranquil y que tienen varias causas, pero, lo central es la pérdida del sentido de bienes comunes, porque la dictadura nos arrancó lo colectivo. La reforma agraria, el fin social de la tierra y nos trajo a las consecuencias que hoy sufrimos; enormes incendios forestales producto de la concentración de la tenencia de la tierra, monocultivo, la falta de sentido común, la apropiación indebida del agua por el empresariado nacional y transnacionales. La falta de planificación territorial es notable, porque estamos regidos por la propiedad privada, esta es una razón más para volver a plantearnos una nueva reforma agraria.

El compañero Jacques Chonchol, del cual tenemos un gran respeto y atención a su pensamiento político, e historia de vida al servicio del campesinado latinoamericano, nos recordaba en los diálogos y presentaciones que nos hizo. En su siempre buena disposición para con las organizaciones campesinas , hasta los últimos días de vida. ÈL nos indicaba : «Nuestra reforma agraria fue interrumpida de forma violenta por la dictadura y está pendiente una nueva reforma agraria en nuestro país». Cuestión que compartíamos plenamente, ante las tragedias ocurridas en nuestro país y los efectos sociales, políticos, económicos y culturales del sistema neoliberal.

Un modelo, que ha construido un tipo de persona individualista y alejados del sentido de bien común, más la situación de pobreza donde se vive el mes a mes y con endeudamiento permanente. Mucho más difícil, enfrentar las tragedias que genera el cambio climático, transformar el sistema productivo, la tenencia de la tierra y volver a que la tierra, el agua, las semillas y el fruto del trabajo, vuelvan a estar al servicio de nuestro pueblo como bienes comunes. La tierra para quien la trabaja.

¡A levantar la Reforma Agraria !

Debemos aspirar a administrar los territorios, despojados de la avaricia empresarial, del egoísmo y de personas avaras, irresponsables hasta consigo mismas, reconstruirnos como sociedad, educarnos y formarnos para el buen vivir y en resguardo en el bien común es un fin superior.

Es probable que la nueva reforma agraria no tenga el carácter que le impuso don Jacques Chonchol «drástica, acelerada, masiva.» es tiempo de empezar, no debemos seguir esperando, debemos enfrentar este presente desgarrador! ¡A levantar la Reforma Agraria ! La tierra para quien la trabaja.

Osvaldo Zuñiga. Presidente de la Ranquil